martes, 1 de febrero de 2011

Cukmi para todos

Cocinado por Huma el martes, febrero 01, 2011 0 cucharadas
Hoy martes 1 de febrero descubrí Cukmi, un sitio argentino cuyo lema es "la comida es la segunda cosa más divertida del mundo" ¡¡Y estoy de acuerdo!!
La página es entretenida, interesante, con contenido propio y personalidad argentina, cosa que me agrada mucho.
Pues acá encontré algo que quiero compartir porque me parece súper interesante y cotidiano: las pizarras de restaurantes.
A mi me encantan y me fascina verlas bien producidas, con linda tipografía y ornamentos particulares. Por acá, cerca de mi casa, hay un sushi bar que siempre tiene la pizarra muy bonita, y me dan ganas de preguntar quién la hace.
En algunos viajes que he realizado me he sorprendido con unas pizarras de panaderías llenas de delicadeza, expresando la importancia del pan fresco, la riqueza de una buena masa y la felicidad que es comer un trozo de pan recién salido del horno.
¿Han visto alguna pizarra entretenida? ¿Dónde?
Y bueno, acá la nota "Cómo las pizarras nos hablan de la comida"

miércoles, 12 de enero de 2011

Ñami, zapallitos

Cocinado por Huma el miércoles, enero 12, 2011 1 cucharadas
¿Cómo hacer más entretenido el zapallito italiano?
Es una pregunta que me hacía muy seguido cuando tenía una buena cantidad de este vegetal. Y hay que ser creativa sobre todo ahora, que está tan pero tan barato.
Lo que pasa es que de todas las maneras clásicas que se prepara el zapallito italiano, ninguna me gusta mucho y no puedo estar comiendo carpaccio de zapallito italiano todos los días (que es como más me gusta esta verdura).
Mi mamá hace un guiso que mezcla la pulpa del zapallito con pan remojado y eso no me agrada. Relleno con arroz y carne tampoco, porque soy vegetariana. Mi variación para esta preparación es cambiar la carne por champiñón, queda rico pero no me convence. Al horno, pierde sabor. Salteado, pierde textura. En fin, nada me convencía mucho y ya estaba a punto de tirar la esponja y los zapallitos por la ventana.
Pero encontré una receta maravillosa en un libro de cocina mediterránea que me regaló mi cuñada para Navidad. Al leerla, sentí que los ingredientes estaban en armonía unos con otros, la foto se veía maravillosa y lleva una mezcla de hierbas aromáticas que terminaron por convencerme.
La hice y no me equivoqué. Hasta Vinotinto se chupeteó los bigotes y eso que el plato no tiene ningún trocito de carne. Y bueno, la comparto con ustedes para que prueben una buena y nada de cara manera de comer el zapallito italiano.

Gratín de zapallitos italianos y queso.
Para 5 platos muy ñamis ñamis.

Ingredientes
-6 zapallitos italianos medianos y cortados en rodajas.
-50 gramos de mantequilla.
-2 cucharadas de una mezcla de estragón, menta y perejil, finamente picados.
-125 ml. de leche.
-1 tarro chico de crema.
-2 huevos.
-1 sobre de 80 gramos de queso rallado.
-Sal, pimienta y nuez moscada.

Preparación
-Precalienta el horno a fuego fuerte.
-Derrite la mantequilla en un sartén y agrega un poquito de aceite de oliva, para que la mantequilla no se queme.
-Fríe los zapallitos italianos en la mantequilla, dándolos vuelta hasta que adquieran un color dorado. Deja escurrir sobre toalla nova.
-Bate la leche, crema y huevos. Aliñar con nuez moscada y sal.
-En una fuente enmantequillada, coloca la mitad de los zapallitos, la mitad de la mezcla de hierbas y la mitad del queso rallado. Aliñar con pimienta recién molida. Repetir lo mismo con la otra mitad de los zapallitos, guardando un poco de queso rallado para el paso final.
-Vierte el batido de leche, crema y huevos sobre los zapallitos. Espolvorea el queso rallado restante.
-Lleva al horno a 180 grados, durante 40 minutos o hasta que la superfice este dorada.
-Pasado el tiempo, saca del horno la preparación y déjala reposar durante 5 minutos.
-Sirve y ÑAMI.

Resultado
Una preparación suave con un sabor tremendamente exótico.

Dato: esta preparación la serví con papas doradas y ensalda de tomate y albahaca. Dos sabores que se mezclan muy bien con el del gratín.

martes, 23 de noviembre de 2010

Pastel Huma

Cocinado por Huma el martes, noviembre 23, 2010 0 cucharadas
Si, no me aguanté.
En la feria recién están comenzando a vender los choclos nuevos, esos que me fascina comer con mantequilla, pero que no sirven para lo que el domingo recién pasado se me metió en la cabeza (o en la guata, más bien): pastel de choclo. Como soy vegetariana, mi pastel de choclo es vegetariano.
Cuando comienza el calor, mi cuerpo, mecánicamente, busca los sabores del verano. Así, ya he disfrutado del vino con frutillas, del ponche de chirimoya, guindas y hasta duraznos. Es que vaya que me gusta el verano, sus sabores, sensaciones, colores. Y el verano es para mi, además de la estación con las frutas más ricas, la época del choclo.
Soy fanática del choclo, me gusta todo lo que se pueda hacer con él. Y, como dije, la simpleza de un choclo nuevo con mantequilla, comerlo con la mano, quedar con los dientes llenos de maíz, compartir una mesa a puras masticadas, me hace feliz.
Y cuando ya los choclos pasan de “nuevos” a “humeros” es cuando el verano llega con el ritual del choclo, en el que participa toda la familia. Recuerdo estar sentada con mi abuela y mi bisabuela en el patio de la casa de Recoleta, mirando como picaban, molían, deshilachaban, juntaban las hojas, escuchaban radio. Yo jugaba con los pelitos del choclo y escuchaba sus historias. Esas historias que se materializaban en unas humas sabrosas, en un pastel amarillo como el sol, en un plato de granados que hacían transpirar y sonreír.
El domingo hizo mucho calor y desperté con las ganas de hacer una fiesta. Y esa fiesta fue mi pastel de choclo vegetariano, hecho en esta ocasión con la pasta de choclo que venden en el supermercado.
Acá la receta para comenzar a celebrar el tiempo de los choclos.

Pastel de choclo vegetariano.
Para 4 pocillos de greda, tamaño mediano.


Ingredientes.
1 kilo 300 gramos de pasta de choclo (si es la época, lo mismo pero de choclos humeros).
1 cebolla mediana, en cubitos.
3 dientes de ajo, picados finamente.
1 bandeja de champiñones, picados y en cubitos.
1 zapallo italiano (sin la pulpa), en cubitos.
1 berenjena (sin la pulpa) en cubitos.
½ rocoto, picado finamente (opcional).
2 huevos duros (cortados en 4 partes cada uno).
8 aceitunas.
Sal, merkén y ají de color.

Preparación
-Prepara la pasta de choclo tal como se indica en su envase.
-Fríe la cebolla con el ajo hasta que la cebolla esté transparente, aliña con ají de color.
-Incorpora el zapallito italiano y la berenjena, cocina por 5 minutos.
-Agrega los champiñones y el rocoto y cocina por 5 minutos más.
-Retira del fuego y aliña con sal y merkén.
-En los pocillos de greda reparte equitativamente el pino vegetariano, coloca dos aceitunas y dos cortes de huevo.
-Agrega la pasta de choclo, espolvorea con queso rallado y al horno hasta que la corteza este dorada.
-¡Servir!

Resultado
Un pastel de choclo que no tiene nada que envidiarle al otro, de sabores suaves, contundente y que deja lista para la siesta.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Ñami Rapidín: Reineta pituca

Cocinado por Huma el jueves, noviembre 04, 2010 0 cucharadas
¿Qué se necesita?
Filetes de reineta, salsa de soya, jengibre a gusto, mantequilla, alcaparras, aceite de oliva, pimienta de canelo (o pimienta negra).

¿Cómo se hace?
Se macera la reineta en soya y jengibre rallado, por una hora, dentro del refrigerador.
Pasada la hora, en un sartén se derrite una cucharada de mantequilla por dos filetes de reineta, se le pone un chorrito de oliva (para que la mantequilla no se queme) y las alcaparras. Se cocina por un par de minutos. Luego, se incorpora la reineta con el líquido de la maceración. Se cocina unos 3 minutos por lados. Para finalizar, se aliña con la pimienta.

Agradecimientos: A Vinotinto por su receta.

martes, 26 de octubre de 2010

Pollo amistoso

Cocinado por Huma el martes, octubre 26, 2010 0 cucharadas

Esto de que “nos pilla la vida” también le sucede a los gatos. Aunque ustedes no lo crean, me estreso, me falta el tiempo y tengo las típicas preocupaciones cotidianas de toda fémina que haya dejado el hogar de sus progenitores. Y eso, a ver si alguien me contradice, nunca es fácil.
Pero hoy, y agendado para el resto de los días, hago un hueco en mi abultada agenda (para nada social, sólo doméstica y profesional) para dos cosas: darles una receta y hablar sobre Rockerita, una de mis mejores amigas y que vino a almorzar hace unos días.
Yo conocí a Rockerita en un techo de la comuna de Ñuñoa. Interesada en el mundo de las letras, mitos griegos y fonemas, me metí en los jardines de Campus Oriente a escuchar como esos gesticuladores profesores abrían la mente con nombres nuevos y emociones desconocidas.
Ahí, en una de estas circunstancias, apareció Rockerita contándome una cabeza de pescado tan grande que si yo no hubiera estado tan loca, de seguro hubiese huído sin querer verla jamás.
Pero mi condición espiritual (que se mantiene, por algo seguimos siendo amigas) hizo que no sólo la escuchara, sino que me riera y quisiera estar con ella todos los días que siguieron, hasta el día de hoy.
A Rockerita la adoro. Ella me entiende, me aconseja, me calma y, por sobre todo, me divierte. Cuando estamos juntas nos reímos más que hablamos, cantamos más que pensamos y disfrutamos más que cualquier otra cosa que se pueda hacer con una amiga. Si existe el alma, definitivamente ella es mi amiga del alma, incondicional y testigo de todos mis más absurdos procesos.
¡¡Rockerita, te quiero tanto!!
Y es a ella que le cociné algo rico a la hora de almuerzo de un día feriado. Comimos, bebimos, escuchamos música y arreglamos el mundo a nuestra imagen y semejanza.
Para ese día, quería hacer algo especial pero sencillo, con los ingredientes que tenía en casa: pollo, panko (pan rallado japonés), espárragos, papas y zanahoria.
Así fue como hice un rico “Pollo macerado en sillao y jengibre, apanado en panko y acompañado de puré de papas y zanahoria. Guarnición: espárragos asados”. Lo llamaré “Pollo Rockerito” para acortar el nombre y dedicarle el plato a mi amiga.
Este plato es exquisito porque combina equilibradamente los sabores y las texturas. El pollo, crujiente y más grasoso, se suaviza con el puré de sabor dulzón. Los espárragos no sólo otorgan color sino que también refrescan las papilas gustativas para seguir disfrutando del plato.
A Rockerita le gustó mucho, se repitió y se fue al recital de RATM feliz de la vida.
¡Disfruten ustedes también!

Pollo Rockerito
4 platos

Ingredientes:
4 filetes grandes de pechuga de pollo deshuesada.
Panko. (si no tienes panko, puede ser pan rallado. Pero el panko es más sabroso)
2 huevos.
Harina.
20 espárragos.

Puré de papas y zanahorias:
½ kilo de papas.
½ kilo de zanahorias.
1 cucharada de mantequilla.
Leche.
Nuez moscada.
Hojas de laurel.

Para el macerado:
1 taza de sillao o salsa de soya.
3 ajos picados finamente.
1 cucharadita de jengibre fresco, rallado.

Preparación:

-Lavar y secar muy bien las pechugas de pollo, quitándoles el exceso de grasa. Reservar.
-En un recipiente profundo, mezclar el sillao o soya, con el ajo y jengibre. Agregar las pechugas de pollo, tapar el recipiente con alusa plas, meter al refrigerador y dejar reposar una hora como mínimo. Mientras más repose, mejor.
-Para el puré, cocer las papas junto con las zanahorias en una olla con abundante agua fría, sal a gusto y hojas de laurel. Una vez que estén blandos ambos vegetales, colarlos y molerlos con el pisa papas, agregando la mantequilla y leche, hasta obtener un puré compacto y suave. Aliñar con nuez moscada.
-Cocer (idealmente en olla de bambú para aprovechar la cocción de las papas) los espárragos hasta que estén al dente. Una vez listos, colocar en la lata del horno, previamente engrasada, agregando trocitos de mantequilla sobre ellos. Asar a fuego medio por 10 minutos aproximadamente.
-Ya macerado el pollo, sacar del refrigerador y preparar el apanado. En un plato se baten dos huevos, en otro se coloca suficiente panko (le doy más sabor colocando romero) y en otro la misma cantidad de harina. Se calienta el aceite de oliva en un sartén.
-Se pasa la pechuga por el huevo, luego por la harina, de nuevo por huevo y finalmente por panko, procurando que quede completamente revestido de él. Así, con todas las pechugas.
-Se colocan en el aceite caliente, a fuego lento, hasta que estén doradas y cocidas. Esto es como cinco minutos por lado.
-Cuando todo esté listo, se disponen las preparaciones en el plato y ¡Voilà!

Resultado:
Un feriado rico, divertido, suave y económico.

miércoles, 18 de agosto de 2010

Queque y Amor

Cocinado por Huma el miércoles, agosto 18, 2010 0 cucharadas

Confieso que soy pésima para lo dulce. Ya sea a la hora de cocinarlo y comerlo. Soy una gata salada.

Sin embargo, hay algo que me gusta mucho, sobre todo en estos días de invierno. Es algo cuyo proceso es rico de principio a fin y que, desde mi punto de vista, simboliza amor. ¿Por qué? Porque cocinarlo es como traer del pasado la imagen de mi madre haciéndolo, recordar el perfume que inundaba a la casa, rememorar las colaciones. Incluso, recordar el robo hormiga del que era víctima esta preparación. Me refiero al queque.

Para mí, el queque es amor. Regalar un queque, compartir un queque, cocinar el queque. Cada vez que hago uno, una pequeña fiesta se forma en mi corazón. Mientras bato y, sobre todo, mientras se hornea y el olorcito comienza a hablar por sí solo.

El queque que les presento ahora es mi favorito de todos pues no es extremadamente dulce, pero sí muy esponjoso y delicioso. Es mi famoso queque de zanahoria y jengibre.

Es simple, rico y un postre muy original si se come tibio, acompañado de una bolita de helado de vainilla.

Como sea, es bienvenido donde se le lleve. Yo lo hice en moldes con forma de corazón, logrando que Vinotinto arreglara una lámpara que llevaba mucho tiempo sin funcionar.

Como ven, un verdadero queque del amor.

Les dejo acá la receta para que la compartan con sus seres amados.


Queque de zanahoria y jengibre o Queque del amor


Ingredientes

-2 huevos.

-½ taza de aceite vegetal.

-1 taza de azúcar.

-1 taza de harina.

-1 cdta. de bicarbonato.

-1 cdta. de polvos de hornear.

-1 cdta. de canela en polvo.

-1 cdta de jengibre en polvo o rallado.

-½ cdta. de pimienta recién molida.

-1 taza de zanahoria rallada.

Preparación

-Precalentar el horno.

-Batir los huevos con el aceite.

-Incorporar todos los ingredientes secos (azúcar, harina, bicarbonato, polvos de hornear, canela, jengibre y pimienta). Mezclar.

-Añadir a este batido la zanahoria rallada. Mezclar bien e incorporar un pequeño chorrito de leche para hacer más ligero el batido.

-Colocar en moldecitos enmantequillados (o en molde grande, también) y llevar al horno durante 45 minutos. 30 minutos a 180 grados, llama central y 15 minutos a 200 con llama envolvente.

-Una vez transcurrido el tiempo, dejar reposar en el horno apagado por 20 minutos. Luego sacar y servir.


Resultado:

¡¡Puro amor!!


Tips: al momento de incorporar la zanahoria, también se le puede adicionar nueces molidas o piñones picados. Un plus para el sabor.

martes, 17 de agosto de 2010

El Chef Piurano

Cocinado por Huma el martes, agosto 17, 2010 1 cucharadas

Me gustaría ser catadora de restaurantes peruanos. Encontrar picadas, probar platos, beber pisco sour y conocer a las familias peruanas que comparten tan generosamente su saber culinario, abriendo restaurantes pequeños pero prometedores. ¡Vaya que me gustaría ese trabajo!

Pero bueno, ya que no he sido contratada por algún canal gourmet para desempeñar esta deliciosa labor, me autocontraté y, junto a Vinotinto, hemos ido patiperreando por Santiago encontrando lugares pequeños, desconocidos pero genuinamente peruanos.

Fue así como llegamos a “El Chef Piurano” ubicado en la calle San Diego, casi llegando a Santa Isabel y justo al lado de los juegos Diana.

Este restaurante familiar tiene todo para convertirse en el favorito, como ya lo es para nosotros. Atendido por toda la familia, siempre merodea por la cocina la pequeña Claudia que de seguro será un gran chef cuando grande.

La música siempre acompaña armónicamente pues suenan boleros o música folclórica peruana, lo que otorga un ambiente autóctono y muy familiar. Dos grandes banderas (peruana y chilena) adornan la barra, en la que siempre está la dueña del local, sonriendo y conversando.

Apenas una se sienta, colocan en la mesa pancito fresco para untar en dos salsas deliciosas: de ajo y de cilantro. A su vez, llega un exquisito sour (por cuenta de la casa) que tiene la justa medida de dulzor y de pisco.

Así, vaya que se comienza bien.

Con Vinotinto hemos probado variados platos, todos deliciosos. Y en esta quinta visita decidi salirme de mi clásico chaufa tres sabores (con carne, pollo y camarón) y probe el Lomo a la Chorrillana. De la chorrillana que conocemos no tiene nada: es un lomo cocinado a la plancha bañado con una salsa roja hecha con tomate, cebolla, cilantro, arvejitas y choclo peruano, y acompañado de arroz blanco. La verdad, una muy buena elección pues los sabores estaban definidos y se respetaban unos a otros. La carne blandísima y cocinada a punto, muy jugosa; complementándose perfectamente con el jugo de la salsa roja. En la boca queda el sabor fresco de las verduras, con la cantidad precisa de aliños.

Vinotinto comió está vez un Chaufa de carne, acompañado de pequeñas porciones de mermelada de tamarindo, que le otorgó un sabor muy particular a la preparación.

Esta vez nos acompañó Princesa, la hermana de Vinotinto, que se dejó asesorar por mi y se pidió el siempre inigualable Lomo Saltado.

Mientras comíamos, observé el entorno y sentí que estábamos en el comedor de alguna casa peuana, con la pequeña Claudia revoloteando por ahí y la dueña sonriendo mientras preparaba un sour para una mesa vecina.

Los platos demoran el tiempo que deben demorar, pues son cocinados en el momento, lo que me agrada y da confianza.

Postre no pudimos comer porque las porciones son muy grandes y no deja espacio para nada más que una agüita perra.

Como siempre, al terminar, nos despedimos amablemente, prometiendo,con la mirada, volver.

Agradezco a la gente de Perú, a la cocina latinoamericana y a la fraternidad de Chile que recibe al amigo forastero con respeto y admiración.

Les recomiendo a ojos cerrados “El Chef Piurano”. Les garantizo una experiencia gastronómica de calidad, y una experiencia humana de esas necesarias para el corazón.


El Chef Piurano

San Diego 422

Abierto de Lunes a Domingo

Consumo promedio por persona: 7 mil pesos (sour, entrada compartida y plato de fondo).

 

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